Hace 6 meses, entre el ajetreo de las tradiciones de fin de año y los últimos partidos de la Copa Mundial de la FIFA en Qatar, veía la luz por primera vez el recién nacido ChatGPT, creado por OpenAI. Cinco días después de su lanzamiento ya tenía más de un millón de usuarios.
ChatGPT ha sido considerado un gran avance de IA
Este chatbot está destinado a transformar el trabajo, la educación, incluso la vida cotidiana mediante potentes programas de inteligencia artificial que almacenan cantidades enormes de datos y algoritmos para predecir la mejor formulación, por ejemplo, de una oración.
Programas anteriores no resultaban tan eficaces para generar contenido de textos y era evidente que estos eran resultado de una gestión artificial. ChatGPT utiliza una modalidad que entiende el contexto del uso de las palabras, generando mejores textos. Eso lo aproximó a “hablar” de una manera muy similar a un humano, gracias al refuerzo del aprendizaje a través de la retroalimentación humana (RLHF), un arma de doble filo, porque ChatGPT presentó de inicio serias limitaciones y fallas, como generar información errónea e infringir la propiedad intelectual.
¿Cómo han usado ChatGPT las personas y las empresas?
Los empresarios lo han usado, principalmente, para acelerar su trabajo, desde la redacción de correos electrónicos y campañas de marketing hasta la generación de ideas para resolver un problema de codificación de software. Pero es importante el no proporcionar datos privados o información sensible de la empresa, ya que mucha gente tiene acceso a los contenidos solicitados y generados.
¿Los empleos serán remplazados por ChatGPT?
No cabe duda de que la IA generativa podría tener un efecto importante en ciertas profesiones. Un estudio de 2019, realizado por la Institución Brookings, descubrió que la IA afectaría a trabajos como especialistas en marketing, asesores financieros y programadores informáticos.
Y, por otro lado, economistas que estudian la automatización han descubierto que suelen ocurrir tres cosas: algunos empleados mejoran su productividad ante la amenaza de ser sustituidos; algunos puestos de trabajo se automatizan definitivamente; y también se crean nuevos puestos de trabajo.
La implementación de IA puede generar dos vertientes: requieren más habilidad, o mucho menos. Por ejemplo, los automóviles autónomos crean una nueva demanda de ingenieros altamente calificados, pero también de conductores de seguridad poco calificados, que solo toman el asiento del conductor para cuidar el vehículo.
¿Existe alguna amenaza para el aprendizaje y la creatividad?
La amenaza de cambios o alteraciones ya se cierne sobre el trabajo y el empleo. Pero una de las áreas que se ha ido dando cuenta de los posibles problemas de ChatGPT es la educación.
La ciudad de Nueva York tomó rápidamente una decisión, ante la tentación de los estudiantes por usar el programa para resolver sus tareas: el sistema fue prohibido en las escuelas y dispositivos públicos. Y de hecho, ya existen aplicaciones que detectan con bastante precisión si un chatbot haya realizado un texto.
Otro tema de preocupación es el futuro de la creatividad humana y la producción de contenidos que no estén basados en inteligencia artificial.
GPT-4 ya dejó atrás a ChatGPT
La nueva versión, GPT-4, recién presentada en marzo pasado, ha sido mejorada. El boom de la IA hoy está en su apogeo e incluso hay iniciativas mundiales para detener el desarrollo de más y mejores aplicaciones. GPT-4 fue capaz de contratar a un humano, y de fingir ser una persona ciega para saltarse un captcha. El avance de la tecnología es vertiginoso y estamos viviendo una especie de película casi futurista.